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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Querido diario:

Como de costumbre, os traigo un texto reflexivo o simplemente un texto que se me ha ocurrido por una anécdota o lo que sea:

Querido diario:
¡Ya casi es Navidad! En el refugio, hemos hecho una actividad especial para prepararnos para la Navidad. Ya casi no tenemos pinturas, pero tenemos lápices de sobra, así que hemos dividido los folios en cuatro partes y las hemos repartido para escribir cada uno lo que más nos ha gustado de este año y por la otra cara lo que queremos que pase en el próximo. Desde hace tres años, pido lo mismo, pero siempre recibo una postal del Polo Norte en la que Papá Noel me pide disculpas por no poder cumplir mi deseo. Y es que si Papá Noel no puede traerme a mis padres, no creo que los vuelva a ver. Por eso, este año voy a pedir algo diferente, mi hermana, Ana se rompió la pierna hace unos meses y está en un hospital, así que voy a pedir que vuelva al refugio por Navidad. La señorita Carla, nos ha prometido que cada Navidad será mejor que la anterior, así que sé que si este año recibiera otra postal de disculpa, significaría que al año que viene, seguramente, mi deseo se cumpliría. Hemos guardado las hojas debajo de la almohada, y al lado, en un papelito lo que queremos por Navidad. La señorita Carla nos ha dicho que los elfos de los juguetes vienen a registrar las almohadas por estas fechas y que seguramente, como no lo hicimos antes, no se cumplieron nuestros deseos. Va a ser la mejor Navidad del mundo. ¡Y cada año será mejor!
Buenas noches, diario. Si no me duermo pronto, el duende no vendrá a por mi papel. 
                                                                                                                                    Lucía.

Para todas esas personas que estarán "solas" en Navidad o que tendrán una Navidad diferente.

Angy



lunes, 2 de diciembre de 2013

En el presente mandas tú.

Había una vez, en una ciudad, una adolescente llamada Laura que tenía muy buenas notas. Laura iba al mejor instituto de su ciudad y se sentía muy orgullosa de ser quién y como era pero un día conoció a un chico que no encajaba en sus expectativas, que rompía todos los esquemas... El chico siempre iba a su instituto a ver a su novia. Laura empezó a fijarse en él cada día y él también empezó a fijarse en Laura. De hecho, pasaron unos días y el chico estaba allí, mirándola salir y Laura, al ver que la miraba, se acercó y le dijo: ¿Hoy no ha venido tu chica? Y él le respondió: He roto con "mi chica", he venido por ti. El corazón de Laura palpitó con fuerza. Se marchó sin decir nada, pero el sonrió al verla marcharse con vergüenza. Le parecía adorable. Laura y él se hicieron amigos y un día, sin saber por qué se besaron y el tiempo se paró. Parecía que habían subido al cielo, o incluso al universo. Rodeados de estrellas y con nada más. Los dos estaban tan enamorados... ¿Pero qué pasó? ¿Fueron felices? ¿O tal vez...? ¿O tal vez Laura empeoró en los estudios y le fue pésimo en la vida? ¿O tal vez no le fue pésimo pero no alcanzó sus expectativas? Hay tantos finales posibles de los cuales, obviamente, escogeríamos el que incluye un final feliz pero que seguramente ese no fue el real que nos lleva a pensar... ¿Eso sólo pasa en las películas?

No tires tu futuro por un cuento de hadas. Haz que tu futuro sea un cuento de hadas.
Para que el futuro sea "perfecto", tienes que vivir el presente, y en el presente, mandas tú.

Angy

domingo, 1 de diciembre de 2013

Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.

Esta historia, te recuerda lo mucho que se necesita a los buenos amigos:

Había una vez una chica que se llamaba Carla que creía que no tenía amigos. Todo el mundo la ignoraba y estaba harta de que nadie le hiciera en caso y no la tuvieran en cuenta así que empezó a escribir un diario en el que anotaba todo lo que sentía en cada momento y aunque parezca mentira, eso le hacía desahogarse como con una amiga. Un día se dejó el diario y una chica lo cogió. Esa chica no sabía que Carla se sentía tan mal. A ella sí que le importaba y a veces hablaban y se divertían, pero a Carla le importaba más que el resto de gente no la necesitara. No se daba cuenta de que tenía una buena amiga en la punta de su nariz. Así que esta chica fue a devolverle el diario y Carla tenía miedo de que ella contara lo que ponía en su diario y ella le respondió: Tranquila, lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.

Angy

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